Su investigación data sobre la posibilidad de manipular pequeños objetos dentro de estos microsistemas, explicó Fernando Rebolledo acerca de su investigación.
“Tratamos de desarrollar nuevas tecnologías y plataformas para hacer procesos de microfabricación”.
Xalapa, Veracruz, 19 de enero de 2022 (www.uv.mx).-
Fernando Rebolledo Uscanga, egresado de la Licenciatura en Electrónica y Comunicaciones de la Universidad Veracruzana (UV), región Veracruz, cursa desde 2017 el Doctorado en Ingeniería Biomédica en la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, Estados Unidos, y su investigación de grado ha destacado en varios eventos científicos, como la 35 edición de la IEEE International Conference on Micro Electro Mechanical Systems (IEEE MEMS 2022), con sede en Tokio, Japón.
El universitario está dedicado a la investigación en ingeniería biomédica, una combinación de ingeniería electrónica y microtecnología.
Su proyecto analiza los sistemas microelectromecánicos y tiene como objetivo crear un chip que permita la experimentación de pequeños volúmenes de fluidos. “Tratamos de desarrollar nuevas tecnologías y plataformas para hacer procesos de microfabricación”, explicó.
Lo particular de su propuesta es que está elaborada con base en parileno C (o parylene C), un material biocompatible y micromaquinable con el que es posible hacer procesos de microconducción. “Muy pocos laboratorios en el mundo han trabajado en desarrollar un sistema con las características que tiene el nuestro”, explicó orgulloso.
“Estamos desarrollando tecnología que podremos utilizar en un futuro para hacer investigación de enfermedades, incluso será posible manipular pequeños objetos dentro de estos microsistemas, como las células humanas.”
Notoriamente emocionado, continuó: “Una célula se comporta de manera diferente en una enfermedad que en otra. Nosotros desarrollamos un dispositivo que, al ser tan pequeño, podría utilizarse para simular realmente lo que está pasando en ambientes a escala de micrómetros, como realmente sucede en el cuerpo humano”.
Una de las pretensiones es determinar si hay enfermedades que actúan y afectan de la misma manera a las células del ser humano, o simplemente entender ambientes y escenarios a escala de micrómetros, entre muchas otras aplicaciones de la ingeniería en el campo de los microfluidos. “Como un laboratorio en un chip”, sintetizó.
Cuando se logre este dispositivo los beneficios serán para la sociedad en general, porque permitirá el desarrollo de investigación en términos más avanzados y la obtención de conclusiones abocadas a entender mejor el comportamiento de las enfermedades en las personas.
A la fecha, Fernando Rebolledo –quien se siente muy orgulloso de ser egresado de la UV– está en la fase final de su investigación.
Tal innovación científica ha sido reconocida en varios eventos académicos: fue premiada por la Sociedad de Tribólogos e Ingenieros en Lubricación (STLE, por sus siglas en inglés) de la Sección Filadelfia, Pensilvania, y en el Segundo Simposio Anual del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Rutgers.
La distinción más reciente fue el martes 11 de enero, cuando la presentó virtualmente en modalidad de póster científico en la IEEE MEMS 2022, que se desarrolló en Tokio, Japón.
El título del póster fue “Development of micromachined parylene-based electroactive membranes with embedded microfluidic channels for biological applications”, y además de haber sido parte de este ejercicio científico-académico internacional, fue uno de los finalistas en tal modalidad.
Este evento convoca a estudiantes e investigadores de todo el mundo y el comité científico organizador determina quiénes participan. Para esta edición se postularon 600 personas y sólo 275 fueron seleccionadas (el 46 por ciento); de éstas, 74 desarrollaron charlas y 201 presentaron pósteres, como fue el caso de Fernando.
La fructífera trayectoria académica del oriundo del puerto de Veracruz inició en la UV: fue becario del programa Jóvenes de Excelencia Banamex y con el apoyo de su mentor, Agustín García, realizó en 2015 una estancia de investigación en el Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad del Sur de California.
En 2016 fue uno de los ocho mexicanos beneficiados por el programa de becas “Fulbright-García Robles STEM-Regional”, de la Comisión México-Estados Unidos para el Intercambio Educativo y Cultural (Comexus).
Con esa beca cursó los primeros tres años del doctorado, mientras el cuarto fue posible gracias a las gestiones de financiamiento por parte de su asesor, Jeff Zahn; para el último, la Universidad de Rutgers le ofreció trabajar como asistente de maestro en la materia Sistemas y Dispositivos Biomédicos –que cursaron 157 estudiantes.
El 13 de enero se convirtió oficialmente en candidato a doctor, al presentar su propuesta de tesis al Comité Académico correspondiente de la universidad estadounidense, proceso que concluirá en alrededor de un año; como parte del trámite administrativo, obtuvo el grado de Maestro en Ingeniería Biomédica.
Además, a partir 18 de enero y hasta agosto realizará un internship (prácticas profesionales financiadas) en la compañía de semiconductores Applied Materials.
Cabe decir que Fernando asumió el papel de “mentor” de estudiantes de todo el país, y en particular de la UV, que se postulan para obtener una beca del programa Jóvenes de Excelencia Banamex.
La solidaridad y empatía le caracterizan: “A mí me ayudaron y no esperaron nada a cambio, moralmente me siento con el ánimo de actuar de la misma forma, hasta la fecha”.
También aprovechó la ocasión para dejar en claro que todos los logros académicos citados tienen detrás un largo camino y, que sin la ayuda de su madre y abuela no estaría donde está.
“Estoy muy agradecido con ellas, me han impulsado y ayudado académica y monetariamente para todos mis éxitos.”