Tatiana Klimova, adscrita a la Facultad de Química de la UNAM, logra el Premio para mujeres en la ciencia L’Oréal-UNESCO-AMC 2024

Ciudad de México, 25 de septiembre de 2024.-

El proyecto por el cual fue distinguida se titula Desarrollo de catalizadores nanoestructurados para la producción de combustibles renovables y sustentables a partir de biomasa.

 Para la universitaria, el éxito está en “ser dedicado y constante”; esa es una de sus principales características para ser inspiración de otras mujeres científicas.

Como investigadora consolidada, Tatiana Klimova, adscrita a la Facultad de Química de la UNAM, obtuvo el Premio para mujeres en la ciencia por parte de L’Oréal, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura; la Academia Mexicana de Ciencias (AMC); el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías; y la Comisión Mexicana de Cooperación con la UNESCO.

La distinción busca promover a las mujeres en la ciencia y reconoce la excelencia de las científicas mexicanas en su aportación en la generación de conocimiento. Con el premio se otorgan 250 mil pesos mexicanos, que deberán destinarse al desarrollo de producción científica en el área de investigación de la premiada.

Su proyecto inició hace ocho años y durante ese tiempo desarrolló diferentes catalizadores que permiten transformar las moléculas obtenidas a partir de la biomasa a biocombustibles, que se pueden usar en motores convencionales de gasolina o diésel. Son renovables y sustentables, además de ser una alternativa frente a los energéticos fósiles, como la gasolina o el diésel.

Para Tatiana Klimov el galardón resulta una sorpresa por el reconocimiento al mérito y a su trayectoria en México por más de 30 años. Aunque el camino de la química empezó tiempo atrás cuando en casa de la familia rusa, su papá y mamá hablaban de temas referentes a esta materia.

Su padre -químico orgánico sintético- y su madre -química organometálica- dialogaban de forma constante sobre sus experimentos, hallazgos y descubrimientos, a la hora de la comida o de la cena, daba igual, pero no a la hora del desayuno porque debían salir de prisa.

Le parecían fácil las clases de química porque ya sabía cosas que conocía de aquellas conversaciones en casa que siempre presenciaba, por eso no sorprendió su elección para estudiar esa disciplina en la Universidad Estatal de Moscú, igual que sus padres, originarios de la Unión Soviética como ella.

Pero eligió un área diferente de estudios: la catálisis heterogénea. Así, terminó la carrera y luego el doctorado; estuvo unos años trabajando en la Academia de Ciencias de Rusia y llegó a México en el año 1992 a través de la Cátedra de Excelencia del CONACyT.

En 1993 se constituyó en profesora del Departamento de Ingeniería Química de la UNAM; comenzó su investigación en el área de catálisis y su trabajo principalmente es en el laboratorio de investigación donde ha sumado a alumnas y alumnos de diferentes niveles.

Pensar en una forma más global

De acuerdo con la experta, en México se puede “hacer una investigación científica de muy alto nivel” con resultados que pueden ser aplicados en este país. Para ella el éxito está en “ser dedicado y constante”, y esa es una de sus principales características para ser inspiración para otras mujeres científicas.

Su proyecto: Desarrollo de catalizadores nanoestructurados para la producción de combustibles renovables y sustentables a partir de biomasa, tiene la raíz en una persona que vive en la Ciudad de México con los problemas de la contaminación. A ella le preocupa el futuro y, sobre todo, el de las generaciones venideras.

La investigación tiene el objetivo de “disminuir la contaminación y vivir en un mundo más sustentable y más renovable”, “vamos a ir disminuyéndola poco a poco y entonces vamos a tener beneficios ecológicos y esto tiene que ver no sólo con México, es para el mundo. Tenemos que pensar en una forma más global”, explicó la química.

Para Tatiana Klimova recibir el Premio para Mujeres en la Ciencia L’Oréal-UNESCO-AMC 2024 representa muchas cosas, además del reconocimiento a su trabajo y trayectoria: tiene especial agradecimiento a quienes han sido sus alumnas y alumnos por el trabajo realizado en el laboratorio, pero sobre todo lo dedica a su madre química, que siempre fue un ejemplo y quien falleció el mes de mayo pasado.

Su mamá, Elena Klimova, también trabajó en la UNAM; fue investigadora emérita del SNII. La trayectoria de Tatiana Klimova, sin duda, ha sido un camino compartido desde las charlas de química que siempre hubo en casa.

El premio será otorgado el 3 de octubre del presente año.

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