Guadalajara, Jalisco, 3 de agosto de 2024.-
Este espacio en el CUCEI da tratamiento a residuos de la industria tequilera y genera biocombustibles por medio de procedimientos naturales.
Dentro del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la UdeG se construyó una planta piloto que da tratamiento a residuos agroindustriales como los que produce la industria tequilera, y cuyo objetivo es minimizar su impacto ambiental y aprovechar sus propiedades en la generación de energéticos.
Se trata de la Planta Piloto de Procesos Sustentables, un espacio que trabaja con el tratamiento de residuos como la vinaza del tequila, la cual atraviesa distintos procedimientos orgánicos para poder eliminar contaminantes y al mismo tiempo generar biocombustibles de calidad.
“La planta tiene por objetivo la valorización de desechos agroindustriales para su integración a procesos basados en economía circular; es decir, donde no haya desperdicio alguno de los desechos que se están generando y sacar un valor agregado de cada uno de ello”, explicó el doctor Hugo Óscar Méndez Acosta, responsable de esta planta.
En una de las primeras etapas, los desechos se almacenan en tanques con filtros y microorganismos que se alimentan de la materia orgánica, degradando hasta 80 por ciento los contaminantes en la vinaza.
“El corazón de la planta piloto está conformado por un proceso de digestión anaerobia, el cual utiliza el exceso de la materia orgánica presente en el agua residual con dos fines: el primero, producir un agua de mejor calidad y el segundo, generar energía a partir de esta materia orgánica”, informó.
Méndez Acosta considera que éste es el proceso más importante en la cadena de tratamiento, debido a que una vez que los residuos son tratados es más fácil eliminar el resto de contaminantes en los siguientes procesos.
“Por un lado, es consumir el material contaminante, que es la materia orgánica y obtener agua de mejor calidad con la que podríamos alcanzar la normatividad después de un segundo proceso y depuración”, detalló. “Incluso, si liberara el agua así, haría un daño significativamente menor al que actualmente estamos haciendo al descargar así como están las vinazas”, añadió.
Producir biocombustibles de calidad
Méndez Acosta resaltó que, además de eliminar contaminantes, esta planta aprovecha los residuos orgánicos para obtener biocombustibles que tienen potencial para utilizarse en las calderas de las tequileras y generar un ahorro en energía.
“Producimos biogás, conformado por una mezcla rica de metano y dióxido de carbono. Y aquí tenemos una producción bastante alta de metano. Para que un biogás se pueda utilizar debe de tener una composición arriba de 60 por ciento, y en promedio andamos arriba de 73 o 74 por ciento”, aseveró.
Se estima que este biocombustible tendría una eficiencia por encima de 90 por ciento, añadió el investigador, y resaltó que el biogás producido también tiene potencial para emplearse en la generación de energía eléctrica.
Es por eso que dentro de esta planta piloto también se trabaja en propuestas para aprovechar el biocombustible y mejorar su calidad. Una de ellas consiste en usar algas y otros microorganismos que sustituyan procesos químicos en el tratamiento del biogás; además de que estos microorganismos también pueden aprovecharse para procesos de pigmentación o como alimento.
“Cuando se logra un biogás con concentración por arriba de 90 por ciento se le conoce como biometano, que es equiparable al gas natural, por lo tanto, puede ser inyectado a la red de gas natural o ser utilizado en la infraestructura que sirve para el gas”, aseveró.
Este proyecto cuenta con el apoyo de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de Jalisco (SICyT), el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Jalisco (COECyTJAL) y el Consejo Regulador del Tequila (CRT).
Además de desarrollar tecnología, como parte de este proyecto se realizan estudios para recopilar información sobre los procedimientos que emplean las pequeñas y medianas empresas tequileras y así considerar distintos factores en común para mejorar la planta.
“Debemos de considerar la mayoría de los factores de manera tal que la propuesta que hagamos sea muy fácil de modularla o aterrizarla en aquellas empresas que en su momento estén interesadas en implementar estos tratamientos”, externó.