Tamazunchale, San Luis Potosí, 18 de junio de 2024.-
Busca contribuir activamente a la protección y promoción de la polinización, un proceso vital para la reproducción de las plantas y la biodiversidad.
Un grupo de estudiantes de Ingeniería Ambiental del Instituto Tecnológico Superior de Tamazunchale se ha destacado por su innovador proyecto integrador llamado, “Jardines de Polinización”. Esta iniciativa no sólo forma parte de su formación académica, sino que también busca contribuir activamente a la protección y promoción de la polinización, un proceso vital para la reproducción de las plantas y la biodiversidad.
El proyecto se centra en la construcción de un “Hotel para insectos” utilizando técnicas de bioconstrucción. Este hotel proporciona refugio a insectos polinizadores como abejas, colibríes, escarabajos y murciélagos, protegiéndolos de las inclemencias del clima y de depredadores naturales. Estos pequeños aliados desempeñan un papel crucial al transportar el polen desde las estructuras masculinas de las flores hasta las partes femeninas, facilitando así la reproducción de las plantas tanto dentro de la misma especie como entre diferentes plantas.
La polinización, como proceso biológico, no sólo es esencial para la reproducción de las plantas, sino que también es fundamental para la producción de alimentos a nivel mundial. Animales como insectos y aves, al visitar las flores en búsqueda de néctar y polen, contribuyen involuntariamente a este proceso tan crucial. Sin embargo, debido a diversos factores como el cambio climático y la pérdida de hábitats, muchas especies de polinizadores enfrentan amenazas que ponen en riesgo su supervivencia y, por ende, la seguridad alimentaria global.
Juan José Molina Olvera, director del ITST, elogió la labor de los estudiantes y destacó la importancia de la Ingeniería Ambiental en la preservación del planeta. Subrayó cómo iniciativas como los “Jardines de Polinización” no sólo protegen la flora local, incluyendo flores, árboles frutales y cultivos diversos, sino que también fomentan la biodiversidad y apoyan la sostenibilidad a nivel global.
Invitó a la comunidad en general y, en particular, a las nuevas generaciones a unirse a este tipo de proyectos ambientales que no sólo fortalecen los ecosistemas locales, sino que también contribuyen al bienestar humano a través de la producción sostenible de alimentos.
Este proyecto en Tamazunchale, es un claro ejemplo de cómo la educación y la acción ambiental pueden unirse para promover un cambio positivo en nuestra relación con el entorno natural, protegiendo y potenciando los servicios ecosistémicos que son fundamentales para la vida en el planeta.