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Ciudad de México, 1 de mayo de 2024.-
El proyecto de Andrea, de Toluca, se basa en utilizar al sargazo como sustituto del plástico.
Dicen que los pesimistas siempre encontrarán un motivo para quejarse, pero los optimistas hallaran una oportunidad para innovar y salir adelante y Andrea Bonilla ha demostrado que, si existe el problema del sargazo, la solución es encontrarle un uso práctico como Bio Plaster, por ello es una de las ganadoras de la 4ª edición de “25 Mujeres en la Ciencia”, que este año tiene la dicha de tener entre sus triunfadoras a 8 mexicanas de gran talento.
Al participar con su proyecto de investigación Bio Plaster para transformar el sargazo, un alga invasora, en biomateriales avanzados para hacer frente y combatir la contaminación plástica, Andrea demuestra con hechos que la solución está al alcance de nuestras manos. Solo se trata de descubrir el potencial de cada recurso que nos rodea, incluso aquellos que podríamos considerar una plaga, ya que en su abundancia podemos encontrar un recurso nuevo que podríamos aprovechar.
Actualmente el mundo genera alrededor de 500,000 millones de bolsas de plástico al año, mismas que terminan junto con otros polímeros en muchos de nuestros basureros, o peor aún en terrenos fértiles y hasta en los mismos océanos, y su destrucción tardará varios cientos de años lo que nos lleva a un escenario triste en el que hoy ya estamos comiendo y bebiendo nano plásticos, muchos de ellos desechados ya hace más de un siglo.
La situación ha provocado la aparición de al menos 5 islas de plástico flotante en los océanos Atlántico, Pacífico y Ártico, y de ellas la más grande, entre Hawái y California, se sigue nutriendo de los residuos plásticos arrojados desde la década de los 50 hasta nuestros días, de manera que hoy su superficie es de 1.6 millones de kilómetros cuadrados, el triple del tamaño de Francia.
Por otra parte, México vive otro problema generado por el calentamiento global y que consiste en la llegada de grandes cantidades de sargazo de la clase Phaeophyceae, y que en condiciones normales son indispensables para garantizar la salud de los ecosistemas marinos. Sin embargo, debido al calentamiento global, su reproducción se ha elevado más allá de lo normal, por lo que cada año las costas del Caribe terminan invadidas por su presencia, además de que corales y praderas marinas terminan sofocadas por la sobrepoblación de esta macroalga.
Pero como dice el refrán “si del cielo llueven limones, entonces has limonada”, y Andrea así lo ha hecho al convertir este problema regional en la materia prima para desarrollar una alternativa sostenible a los plásticos.
El proyecto Bio Plaster extrae del sargazo compuestos valiosos como la celulosa y el alginato para producir biomateriales, con lo cual se genera un producto al que se le ha denominado GreenShell, una alternativa biodegradable al poliestireno que se puede usar para empaquetado y embalaje. Pero la cosa no termina ahí, ya que Andrea ha extendido su labor a la creación de termoplásticos que sustituyen al PVC y el PET para producir envases y películas plásticas.
Por esta razón, Andrea Bonilla ha sido incluida este año entre las 25 Mujeres en la Ciencia 2024, iniciativa que tiene como objetivo resaltar y promover la contribución excepcional de mujeres en el ámbito de STEM.
Las 25 científicas ganadoras formarán parte de una plataforma de visibilidad científica con la inclusión de sus proyectos en el libro conmemorativo “25 Mujeres en la Ciencia” y tendrán sus trayectorias y proyectos publicados en el sitio web https://news.3m.com.mx/25-mujeres-en-la-ciencia. Como desde hace cuatro años, México fue uno de los países con mayor participación y se reconocieron a ocho científicas y sus proyectos nacidos en el país.
