Ciudad de México, 10 de enero de 2024.-
En el panorama legislativo mexicano, una propuesta presentada por el diputado Emmanuel Reyes Carmona ha desatado un intenso debate.
La iniciativa de modificar la Ley General de Salud, específicamente en lo que respecta a la cirugía estética, presentada por el diputado Emmanuel Reyes Carmona ha levantado sospechas sobre posibles beneficios exclusivos al Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva A.C., una entidad privada.
Este cambio legislativo, que se discutirá en el próximo periodo legislativo, podría resultar en un aparente monopolio, restringiendo la certificación de médicos cirujanos estéticos a esta única asociación civil.
Uno de los puntos clave de la propuesta es la necesidad de que las especialidades médicas se cursen a través del Programa Nacional de Residencias Médicas. Además, pone énfasis en que los médicos sin especialidad no deben realizar procedimientos quirúrgicos, lo cual se considera una propuesta correcta.
Si bien estas medidas pueden interpretarse como un esfuerzo para asegurar la calidad y seguridad en los procedimientos estéticos, críticos argumentan que, de ser aprobadas, las reformas propuestas por Reyes Carmona equivaldrían a privatizar la educación y capacitación en cirugía estética, concediendo así un monopolio al Consejo mencionado.
La cirugía estética, una disciplina en la que tienen competencias diversas especialidades médicas, se ve amenazada por esta potencial exclusividad. Existe una amplia gama de médicos especialistas en diversas ramas de la cirugía, formados por del Programa Nacional de Residencias Médicas y certificados por los respectivos.
Consejos de especialidad que, a través de cursos, diplomados y posgrados, han enriquecido sus conocimientos y habilidades quirúrgicas en este campo.
Limitar la práctica a un solo gremio no solo sería restrictivo, sino que podría ser considerado como la formación de un monopolio, algo que va en contra de las políticas de competencia en México.
La Constitución y el estado mexicano deben garantizar que solo los médicos con la formación y certificación adecuadas realicen actos quirúrgicos en cirugía estética.
Esto implica una preparación completa, avalada por las autoridades competentes, para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad de los pacientes.
Por otro lado, Emmanuel Reyes Carmona ha subrayado que su propuesta busca cerrar el paso a los charlatanes y proteger a los pacientes de malas prácticas, una preocupación que ha surgido debido a casos como el de la periodista Sandy Aguilera, afectada por procedimientos estéticos inadecuados.
La reforma al artículo 79 de la Ley General de Salud, propuesta por Reyes Carmona, tiene la intención de asegurar que todos los procedimientos estéticos sean realizados por médicos especialistas en cirugía plástica y reconstructiva, con la finalidad de tener la exclusividad y evitar que otros médicos especialistas realicen tales procedimientos disfrazando esta intensión en el supuesto de que médicos no especialistas y charlatanes no puedan hacerlo.
Esta propuesta legislativa, si bien surge de una preocupación legítima por la seguridad de los pacientes, se encuentra en el centro de una controversia por el potencial conflicto de interés y la posibilidad de crear un monopolio en el sector de la cirugía estética.
En un país donde la competencia y la libertad de elección en el ámbito de la salud son fundamentales, la propuesta de Reyes Carmona ha desencadenado un intenso debate sobre la equidad, la ética y la legalidad en la regulación de las prácticas médicas.
La iniciativa de Reyes Carmona ha sido recibida con opiniones divididas. Por un lado, se reconoce la necesidad de regular y asegurar la calidad de los servicios en cirugías
estéticas, pero, por otro, se cuestiona la idoneidad de centralizar la certificación y formación en una sola entidad. Esta situación plantea un dilema: ¿cómo equilibrar la necesidad de profesionalización y seguridad en las cirugías estéticas con la preservación de un entorno competitivo y justo para los profesionales de la salud?
En última instancia, la discusión se centra en encontrar un equilibrio entre la protección de los pacientes y la preservación de un campo médico diverso y accesible. La propuesta de Reyes Carmona, por tanto, no solo es un asunto de reforma legislativa sino también un punto de reflexión sobre la ética, la equidad y la transparencia en el ámbito de la salud en México.