Ciudad de México, 10 de enero de 2024.-
Confirman que personas inmunizadas presentaron menos riesgo de hospitalización y muerte en comparación con las no vacunadas.
Hallazgos pueden ser empleados para el diseño de futuras estrategias de inmunización, tanto para el caso mexicano como en una dimensión global
Los resultados de un estudio publicado en la revista Salud Pública de México del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) demostraron que las personas inmunizadas con cualquiera de los siete biológicos incluidos en la Estrategia Nacional de Vacunación contra COVID-19 presentaron un riesgo significativamente menor de hospitalización y muerte en comparación con las personas no vacunadas.
El estudio se realizó en uno de los momentos más álgidos de la ola en la que predominó la variante ómicron, del 2 de enero al 5 de marzo del 2022, en un millón 410 mil 675 personas trabajadoras, quienes en ese periodo solicitaron licencia médica temporal por enfermedad respiratoria.
Los resultados del estudio denominado La ola ómicron en México: protección por vacunación contra la progresión hacia COVID-19 severo en trabajadores infectados con SARS-CoV2 https://bit.ly/47t52e0, publicado en el número de enero-febrero del 2024 de la revista Salud Pública de México, demuestran que la población que recibió alguno de los biológicos incluidos en la estrategia de inmunización del gobierno de México (AstraZeneca, CanSino, Janssen, Moderna, Pfizer BioNtech, Sinovac o SputnikV), presentaron números muy inferiores de hospitalización y muerte que aquellos que no fueron vacunados.
Las y los autores sostienen que mientras la efectividad de las vacunas contra COVID-19 de laboratorios como AstraZeneca, Pfizer y Moderna estaba bien documentada en países de alto nivel adquisitivo, se sabía poco sobre la efectividad contra nuevas variantes de otras vacunas y protocolos, especialmente en países de renta media y baja, por lo que los resultados de este estudio son de suma importancia, pues se suman al conocimiento científico sobre el comportamiento en el tiempo y en las diferentes fases de la pandemia.
En el estudio se analizó la efectividad de algunas vacunas frente a la variante ómicron, que constituyó una etapa importante de la pandemia, igual que las olas de contagio con las variantes alpha, beta, kappa y delta. Los resultados se incorporan al conocimiento sobre SARS-CoV-2 y, en consecuencia, a la evaluación de los programas nacionales de inmunización.
El análisis muestra también que las tasas de hospitalización durante el predominio de ómicron fueron mucho menores que las de variantes anteriores, con 3.8 internamientos por cada mil personas contagiadas contra 28.4 por cada mil, respectivamente.
Estos resultados son consistentes con la conclusión de que, si bien los casos de infección por COVID-19 con la variante ómicron fueron muy numerosos, incluso entre población vacunada, estuvieron generalmente asociados con cuadros menos severos de la enfermedad, y que la severidad fue aún menor en quienes recibieron cualquiera de las vacunas integradas a la estrategia del Gobierno de México.
Estos hallazgos confirman el éxito de la Política Nacional de Vacunación contra el virus SARS-CoV-2 en México en su objetivo de proteger a la población contra COVID-19 y pueden ser empleados para el diseño de futuras estrategias de inmunización, tanto para el caso mexicano como en una dimensión global.
En el proyecto participó el siguiente personal médico especialista:
Por parte de la Secretaría de Salud, Ruy López-Ridaura, Hugo López-Gatell-Ramírez y Dwight Dyer-Leal; por el INSP, Celia Alpuche-Aranda, Juan Eugenio Hernández-Ávila, Tonatiuh Barrientos-Gutiérrez y Martha Carnalla-Cortés; por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Célida Duque-Molina, Mauricio Hernández-Ávila, Waldo Iván Vieyra-Romero, Héctor Osiris Gutiérrez-Díaz y David Barros-Sierra; por la Escuela Mailan de Salud Pública de la Universidad de Columbia en Nueva York, Estados Unidos, Rodrigo Zepeda-Tello y Marcela Tamayo-Ortiz.