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Ciudad de México, 18 de diciembre de 2023.-
FEMSA reconoce a los trabajadores migrantes que contribuyen al crecimiento y el desarrollo en sus países de destino y origen.
En el marco del Día Internacional del Migrante, FEMSA refrenda su compromiso de ofrecer entornos laborales inclusivos, en los que todas las personas tengan igual acceso a oportunidades de desarrollo profesional, por lo que reconoce a los trabajadores migrantes que contribuyen al crecimiento y el desarrollo en sus países de destino y origen.
Actualmente FEMSA alberga a colaboradores de distintas nacionalidades en los 19 países en los que tiene presencia. La multiculturalidad está presente en todos sus rincones, impulsada por la migración entre países y además del intercambio de talento abonando a la diversidad de puntos de vista y modos de pensar y actuar, FEMSA se consolida como un empleador comprometido con los migrantes por situación humanitaria y refugiados, ya que en los últimos tres años ha dado empleo a 2,800 personas contratadas en la División Proximidad.
“En este día es muy relevante reconocer el papel de todas las personas que salen de sus países de origen, trayendo en sus equipajes diferentes maneras de leer el mundo, diversidad de puntos de vista y de historias de vida. La multiculturalidad suma y es factor crucial en el avance de organizaciones y sociedades», explicó Alessandra Carrascoza, responsable por el área de Justicia, Equidad, Diversidad e Inclusión de FEMSA.
Tal es el caso de Luis Garza González, Director Regional de Recursos Humanos – FEMSA Salud, mexicano, basado en Chile y a quien le ha tocado migrar a distintos países en los últimos 12 años. Luis dejó Monterrey, Nuevo León, junto con su esposa y tres hijos pequeños, para ir a trabajar a Montreal, Canadá; algunos años después emigró a Río de Janeiro, Brasil; luego a Londres, Inglaterra. Aunque regresó a Monterrey con la firme idea de quedarse en México. FEMSA le ofreció una oportunidad laboral en Chile, donde radica actualmente, y reconoce que la migración viene con retos y satisfacciones.
“Todos estos movimientos representaron para mí no solo un crecimiento profesional, sino también un crecimiento personal y familiar. Estas experiencias de llevar a tu familia a un ambiente distinto, a lugares con diferentes culturas, costumbres e idiomas trae muchas satisfacciones, pero también grandes desafíos. Cuando decides migrar y traes una familia, la clave no es que te vaya a ti bien como profesionista, sino que todos los miembros de la familia encuentren sentido a la experiencia y que lo vean como algo positivo en su vida”, relató Luis Garza.
Luis reconoce que cada cambio de residencia es un desafío, sobre todo cuando tiene que decirles a sus hijos quienes hoy tienen 17, 15 y 11 años, que van a dejar su escuela y que deberán hacer nuevos amigos en un país nuevo y desconocido. Luis también comenta, con experiencia probada, que los primeros seis meses son los más difíciles por el tema de adaptación, pero que después las cosas mejoran.
“A quiénes tienen la oportunidad de salir de su país y vivir una experiencia internacional, les diría que se atrevan a tomar la aventura. Implica definitivamente algunos sacrificios, como el dejar las costumbres, la comodidad de vivir en tu país, el distanciarse de familia, amigos y colegas de trabajo, etc., pero al final el balance, al menos en nuestro caso, ha sido positivo. Esta experiencia te hace más fuerte en todos los sentidos: como familia los lazos se estrechan, la adaptabilidad al cambio se desarrolla y a su vez te permite conocer personas con culturas distintas que hacen que crezcas tanto personal como profesionalmente”, concluyó.
Con historias como esta, FEMSA reitera su compromiso con sus colaboradores migrantes, a quienes ofrece un ambiente de trabajo de aprendizaje constante, crecimiento y desarrollo.
