Se trato de entre 250 y 300 personas capturados en Wallix (Belice), territorio usurpado por los ingleses, después de un ataque para desalojarlos de esa región.
Mérida, Yucatán, 7 de octubre de 2021.-
A finales del siglo XVIII se dio el caso, al parecer único, de una subasta de esclavos capturados en Wallix (Belice), territorio usurpado por los ingleses, después de un ataque para desalojarlos de esa región ubicada en la parte sur oriental de la Península de Yucatán, destacó el investigador Jorge Victoria Ojeda.
Al impartir la conferencia “Sociedad y comercio. Yucatán en la trata inter-caribeña de esclavos a fines del siglo XVIII”, realizada en el marco del 46 Aniversario del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Universidad Autónoma de Yucatán (CIR-UADY), el experto informó que después de ese ataque, los meridanos se reunieron en la plaza de armas para enterarse de las novedades y pormenores de la expedición.
“También mucha gente acudió a la plaza para ver, por curiosidad o como potencial comprador, a los numerosos negros que se trajeron como presas de corso, estos eran entre unos 250 y 300”, apuntó.
Mencionó que, lo que era un asunto cotidiano para otros sitios de la América colonial, en Mérida resultaba extraordinaria la presencia de un contingente de negros para su venta al mejor postor, previa resolución de haberlos declarado piezas válidas en la reglamentación del corso, ya que jamás una cantidad tan alta se había ofertado en la ciudad.
Agregó que en diciembre de 1779 el contador de la Real Hacienda yucateca, don Diego de Lanz, firmó la resolución por medio de la cual se sacaba a subasta, por cuenta del rey, una parte de los esclavos capturados.
Entre estos se encontraba gente que iba desde los 70 años a los 15 días de nacida, y las edades promedio para las mejores tasaciones eran de 28 años para los hombres y de 26 para las mujeres.
“Los compradores en Mérida y Campeche ascendieron a 47 personas, algunos adquiriendo grupos de esclavos y otros sólo uno”, informó.
Victoria Ojeda destacó que los compradores no eran únicamente de meridanos, sino también de poblaciones del interior de la provincia y del puerto de Campeche.
Para finalizar, subrayó que estos hechos constituyen para Mérida un caso excepcional, ya que la historiografía regional no reportaba una venta de esclavos de tales características en la ciudad.
“El hecho fue resultado de la campaña de expulsión contra los ingleses de Wallix y la consecuente captura de numerosos esclavos procedentes no solo de Cayo Cocinas, a los que podemos identificar como ‘sirvientes de casa’, sino también de esclavos localizados en los aserraderos del interior y en el curso de diversos ríos”, concluyó.(OGY)