Mérida, Yucatán, 27 de agosto de 2023.-
Los empresarios desarrolladores intentan tomar la obra sin pagar el trabajo a la constructora.
Por el incumplimiento de los empresarios inmobiliarios propietarios de la segunda etapa de plaza Akrópolis, ubicada en el fraccionamiento Las Américas, las marcas que pretenden instalarse se plantean retirarse reportando pérdidas económicas significativas y cancelación de puestos laborales para personas de la zona.
De acuerdo con información recabada, los empresarios tabasqueños Abel y Melba desarrolladores inmobiliarios, caen en posibles incumplimientos con los tiempos de entrega de los locales comerciales, debido a que pretendieron tomar la obra sin saldar una deuda millonaria con los constructores, quienes tienen la posesión de la plaza actualmente.
Según las versiones, estos empresarios ya son ampliamente conocidos en el sector inmobiliario por su forma de operar, ya que contratan a las compañías constructoras de la localidad para realizar ar los proyectos, cuando las obras registran el 90 por ciento de avance, toman la posición del lugar e impiden que los trabajadores concluyan con las labores.
Incluso, retiran sin la autorización de los constructores maquinaria, equipo y material, a fin de no pagar a los contratistas sus servicios y sin respetar los acuerdos firmados, de la construcción de la plaza.
Las marcas se plantean su retiro de la plaza luego de observar la manera cómo actúan los empresarios, ya que actualmente enfrentan una denuncia por robo y despojo, porque pretendieron tomar la plaza por la fuerza sin concluir y sin pagarle a la constructora, para entregarles los locales sin los acabados finales para que los inversionistas terminen la obra.
En este caso, los informantes explicaron que cuando los contratistas llegaron y se dieron cuenta de que ya no estaban sus herramienta ni material debido a que empleados de la plaza pretendieron por orden de los empresarios, tomar la ley por su propia mano, acudieron a las autoridades correspondientes a levantar la denuncia por robo de maquinaria, equipo y material por un monto de casi un millón de pesos.
Los constructores demostraron que ellos eran los responsables de la obra y contaban con la posesión legal, porque el contrato estipula que hasta no entregar la plaza comercial se concluya el acuerdo.