Ciudad de México, 22 de junio de 2023.-
La actividad física de tipo aeróbico, que implica un incremento del consumo de oxígeno por parte del cuerpo, como correr, caminar, nadar o montar en bicicleta mejora la conexión neuronal.
Durante el tercer trimestre de 2022, el INEGI reportó que en México existían 18 millones de personas con 60 años o más, las cuales representan el 14 por ciento de la población nacional; el envejecimiento se puede definir como el deterioro de las funciones fisiológicas necesarias para la supervivencia y la fertilidad relacionado con el transcurso del tiempo en un ser vivo.
De manera particular, el envejecimiento cognitivo es un proceso de cambios graduales y continuos que afectan los procesos cognitivos con el avance de la edad; desde este punto de vista, un estudio realizado entre Florida Atlantic University (FAU) y el Cinvestav encontró evidencia de cómo la actividad física puede retrasar o prevenir las reducciones estructurales (hipocampo) y funcionales (memoria y aprendizaje) en las y los adultos mayores.
La investigación, publicada en la revista eNeuro, se enfocó en determinar el efecto del ejercicio a largo plazo en la red neuronal de nuevas neuronas en un modelo de ratón joven, y utilizó una metodología innovadora para trazar esas redes utilizando vectores virales.
Inicialmente, las y los investigadores marcaron a las neuronas que nacen en ratones jóvenes (controles) y animales “corredores” con vectores virales para generar una marca fluorescente; seis meses después, cuando los ratones alcanzaron la mediana edad, identificaron y cuantificaron las neuronas que inervan a las nuevas neuronas dentro del hipocampo y áreas subcorticales.
Carmen Vivar Estudillo, investigadora del Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav, explicó que “el estudio muestra cómo el ejercicio a largo plazo mantiene conectadas a las neuronas nacidas durante la edad adulta temprana, en una red neuronal importante para el mantenimiento de la codificación de la memoria episódica durante el envejecimiento”.
Se piensa que las nuevas neuronas nacidas en el hipocampo contribuyen en la función de la memoria. Se considera que estas nuevas neuronas son temporalmente importantes, durante el llamado “periodo crítico”, cuando las neuronas tienen de 3 a 6 semanas de edad; sin embargo, estas permanecen presentes durante muchos meses.
No es del todo claro si las neuronas que nacen en la edad adulta temprana permanecen integradas a las redes neuronales y si estas son modificables por la actividad física cuando los sujetos han alcanzado la mediana edad. Los beneficios del ejercicio se han asociado principalmente al de tipo aeróbico, que implica un incremento del consumo de oxígeno por parte del cuerpo, como correr, caminar, nadar o montar en bicicleta.
La neurogénesis en el giro dentado parte del hipocampo, es un proceso altamente modulado por factores externos e internos, el ejercicio es un elemento externo que lo modula positivamente incrementando los niveles de proliferación, sobrevivencia y favoreciendo el fenotipo neuronal; se ha sugerido que durante el ejercicio se secretan del músculo moléculas de señalización, llamadas miocinas, transportadas a través del torrente sanguíneo al cerebro, donde favorecen la expresión del factor neurotrófico derivado del cerebro.
El estudio mostró cómo el ejercicio también favorece que las nuevas neuronas se conecten con áreas cerebrales importantes para la función de la memoria, como la corteza entorrinal y perirrinal, primeras zonas afectadas con la demencia durante el envejecimiento; el incremento en la neurogénesis inducido por el ejercicio es de un 200 a 300 por ciento.
Los resultados del estudio indican que correr rescató la conectividad perirrinal, incrementó y modificó la contribución de las cortezas entorrinales a la red de las viejas nuevas neuronas, además de haber proporcionado información sobre cómo el ejercicio crónico, iniciado en la edad “adulta joven” hasta llegar a la mediana edad, ayuda a mantener la función de la memoria durante el envejecimiento, enfatizando la importancia de hacer ejercicio en la vida diaria, aseguró Henriette van Praag, coautora y profesora asociada de la FAU que participó en la investigación.