Mónica Lavín, Santiago Gamboa, Alejandro Zambra y Dolores Reyes, participaron en la mesa “Ficciones que nos hicieron más libres”, en el tercer día de la Bienal Vargas Llosa.
Guadalajara, Jalisco, 26 de septiembre de 2021.- La lectura hace a las personas más libres y está relacionada con la necesidad de sobrevivir y de explorar el mundo, coincidieron este sábado, durante la sexta mesa de diálogo de la IV Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, que se desarrolla en el Conjunto Santander de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara.
La escritora mexicana Mónica Lavín, afirmó que escoger los libros que se desea leer es como elegir a los amigos, pues se establece “una relación que no está normada por algo y que es un ejercicio de libertad”.
Durante la mesa “Las ficciones que nos hicieron más libres”, relató que su primera experiencia con la lectura ocurrió a los nueve años de edad cuando estuvo en cama dos meses enferma de hepatitis. Una de sus tías le regaló Robinson Crusoe, de Daniel Defoe y que le ayudó a trasladarse a una isla desierta en la que podía sustraerse de su propia realidad.
“Aquella cama de niña con hepatitis empezó a ensancharse, se volvió una isla, me volví un náufrago y yo tenía sed de amigos, lo mismo que le pasaba al personaje me estaba pasando en la vida y entendí que la vida siempre es encontrar a alguien más. Esta posibilidad que solamente me dieron las palabras, sobre un sustrato llamado papel, de vivir, sentir y pensar me maravilló y me marcó ese territorio, esa isla que es la literatura y donde quiero vivir”, dijo.
El narrador colombiano Santiago Gamboa reveló que vivió una infancia en una casa llena de libros con padres lectores que comentaban esas lecturas entre ellos y con sus amigos y con la tradición de que cuando alguien enfermaba le regalaban un libro, un ambiente que le hizo interesarse por la literatura desde temprana edad con autores de ciencia ficción y aventuras como Emilio Salgari y Julio Verne.
Durante su adolescencia Cien años de soledad lo impulsó en su transición de los libros de aventuras a una literatura latinoamericana que sintió cercana, debido a que estaba en su propia lengua. Pero su “transformación absoluta” vino de la mano de El cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell, una novela que se volvió su libro de cabecera.
“Supe que quería vivir mi vida al interior de ese mundo, no soñaba con escribir, me parecía inalcanzable y que ese camino estaba lleno de obstáculos, sabía que sería lector toda mi vida”, señaló.
El narrador chileno, Alejandro Zambra, uno de los cinco finalistas del Premio de la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, por su libro Poeta chileno, contó que al vivir su infancia en dictadura creció en una casa sin libros y en el que el lenguaje era limitado en gran medida por el silencio que impuso el gobierno militar de ese país desde 1973 y que permeó a la televisión, la literatura, los diarios y a la cultura en general.
Por ello, sus encuentros con el lenguaje y la poética se dieron con los relatos radiales del fútbol y sus metáforas, las misas con sus formas de hablar “raras y solemnes”, la música de la época y los chistes. Reveló que su interés por escribir vino de su abuela materna, una mujer que no leía, pero le gustaba escribir poesía y cuento y, alentaba a sus nietos a escribir un diario.
“Cuando me encontré con los libros, había una continuidad de ese lenguaje y creo que eso hay que defenderlo, porque estamos hiperespecializando el discurso literario y olvidando que está conectado con las primeras experiencias de los niños con el lenguaje”, dijo.
La escritora argentina Dolores Reyes contó que uno de sus primeros autores fue Antonio Di Benedeto, un escritor que fue secuestrado en el 1976 por la dictadura argentina y desde muy joven entendió que la escritura, en especial la ficción, ayuda a resignificar las formas de libertad.
“¿Qué hay más libre que la ficción y los sueños? Lo que hace quizás cada escritor es pensar una forma de libertad posible y desde ahí construir ciertas ficciones. A la hora de escribir estamos construyendo formas distintas de libertad que son como un faro para nosotros, que quizás no tiene la existencia actual y nunca la ha tenido”, apuntó.
La Bienal continuará este domingo con una conversación que sostendrán el escritor peruano y Premio Nobel Mario Vargas Llosa, y las escritoras Leila Guerriero y Rosa Beldrán, a las 17:00 horas en el Paraninfo Enrique Díaz de León, lugar donde además se llevará a cabo a las 18:00 horas, la premiación y clausura de la Bienal.