Ciudad de México, 30 de marzo de 2023.-
El 70 % de los casos de cáncer colorrectal son diagnosticados cuando la enfermedad ya está en etapa avanzada.
El próximo 31 de marzo se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer Colorrectal, neoplasia que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) registró 14,901 nuevos casos en 2020 en nuestro país, lo cual lo posiciona en el 3° lugar de incidencia, después del cáncer de mama y el cáncer de próstata; y se reportaron más de 7 mil muertes durante el mismo periodo, colocándolo en el segundo lugar de mortalidad sólo por detrás del cáncer de mama. Por ello, es de suma importancia hablar y crear conciencia sobre la prevención, signos, síntomas, diagnóstico oportuno y tratamiento de este padecimiento tan presente entre la población mexicana.
Es importante mencionar que generalmente, antes de la aparición de este tipo de neoplasia, se desarrollan pequeñas formaciones de tejido en la pared interna del colon o el recto llamados pólipos, mismos que tardan de 10 a 15 años en crecer. Estos pólipos, con el tiempo pueden volverse cancerosos. A medida que el tumor crece, puede diseminarse por el torrente sanguíneo extendiéndose por el intestino o a otros órganos en lo que se le denomina metástasis. Cabe mencionar que el 70 % de los casos de cáncer colorrectal (CCR) son diagnosticados cuando la enfermedad ya está en etapa avanzada; y aproximadamente el 95 % de los cánceres colorrectales comienzan en las glándulas productoras de la mucosidad que protege el interior del colon y el recto.
Existen diversos signos y síntomas que pueden sugerir la presencia de esta enfermedad como cualquier anormalidad que se presente en las evacuaciones, como presencia de sangre o moco, cólicos o dolor abdominal que no desaparece, debilidad y cansancio, pérdida inexplicable de peso (sin que sea intencional) o la necesidad de evacuar que persiste incluso después de hacerlo.
Es de gran importancia crear conciencia sobre los factores de riesgo que pudieran incrementar el riesgo de padecer esta enfermedad, como lo son: el sobrepeso u obesidad, la inactividad física, tener una dieta rica en carne roja y procesada, tener el hábito de fumar, abuso de alcohol, enfermedades específicas como la colitis ulcerativa crónica y enfermedad de Crohn, antecedentes familiares con pólipos o cáncer colorrectal, factores étnicos específicos, diabetes tipo 2 y la edad, pues comúnmente esta enfermedad se presenta en personas mayores de 50 años.
“El diagnóstico oportuno es esencial para lograr modificar el curso de esta enfermedad, por ello es recomendable que las personas que cuenten con factores de riesgo de padecer cáncer de colon y recto, comiencen a hacerse pruebas de detección, como la prueba sangre oculta en heces o una prueba FIT (inmunoquímica fecal), una sigmoidoscopia flexible, cada 5 años, o una colonoscopia, cada 10, alrededor de los 45-50 años, ya que hablamos de un cáncer que tiene la particularidad de ser muy agresivo y difícil de diagnosticar”, afirmó el doctor Max Saráchaga, director médico de Amgen México.
El tratamiento para el CCR dependerá de diversos factores clínicos, pero es importante que el plan de acción de tratamiento, incluya pruebas de biomarcadores, ya que éstas mostrarán información sobre el funcionamiento normal o anormal de las células, la evolución de la neoplasia y ayudan a predecir la posible respuesta del tumor ante un esquema de tratamiento; en particular, en CCR se busca un oncogén específico llamado RAS no mutado o silvestre – wild type –, la presencia de este oncogén dictaminará con mayor certeza el tratamiento a seguir por el médico. Adicionalmente, se podría involucrar como parte del tratamiento la cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia y “terapia blanco”.
La introducción de “terapias blanco” como tratamientos contra el cáncer colorrectal en etapas avanzadas o metastásico han impactado positivamente en la supervivencia global media de las personas que padecen esta enfermedad; actualmente existen diversos agentes que están dirigidos al tratamiento del CCRm como los bloqueadores del crecimiento tumoral mediante la inhibición de la angiogénesis o inhibidores del receptor de factor de crecimiento epidérmico.
“Hemos avanzado enormemente en el tratamiento del cáncer colorrectal mediante el uso de anticuerpos monoclonales, tanto innovadores como biocomparables para hacer frente a este padecimiento. Estas terapias de última generación han sido de vital importancia para la atención de miles de pacientes con esta enfermedad en México y en el mundo, por lo que en Amgen seguiremos comprometidos a seguir investigando e innovando en beneficio de todos ellos.”, concluyó el doctor Max Saráchaga, director médico de Amgen México.