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Mérida, Yucatán, 20 de enero de 2023.-
No se han adoptado los avances tecnológicos como la creación de procesos catalíticos para lograr la oxodegradación y la tecnología B2W que ya se implementan en otros países.
“Si culpamos a un objeto inanimado (los plásticos, los residuos, el océano) por la contaminación no podremos encontrar soluciones a problemas complejos”, indicó el Quim. Luis Manuel Guerra Garduño en su conferencia online “El problema de la contaminación de los microplásticos”.
Lo anterior en el marco de la primera Jornada de Manejo Integral de Residuos y Reciclaje, realizada en la Universidad Anáhuac Mayab en alianza con la Fundación del Empresariado Yucateco, A.C. (FEYAC) y la Fundación Para la Educación Ambiental (FEE, Foundation for Environmental Education)
En este espacio, organizado a través del departamento de Visión Global y Sostenibilidad de nuestra casa de estudios, el especialista agregó que en nuestro país emitimos 130 millones de kilogramos diarios de residuos porque no hemos adoptado los avances tecnológicos como la creación de procesos catalíticos para lograr la oxodegradación y la tecnología B2W que ya se implementan en otros países.
Destacó que hay muchos agentes patógenos que generan enfermedades contagiosas y en México eran la principal causa de muerte en el siglo pasado, como la viruela, las paperas, etc.
“Hoy en día enfrentamos una explosión demográfica y debemos cuestionarnos ¿cuánto va a aguantar el planeta?, porque tenemos un consumo alto para el que necesitaríamos dos planetas y medio”, alertó.
Al respecto señaló que el gran reto es estabilizar a la población mundial para alcanzar el desarrollo sustentable, ya que por el avance de la ciencia, nutrición y medicina la población ha crecido y aumentan las probabilidades de migración. “Cuando una pareja tiene 2 hijos se estabiliza la población del planeta, tener más de dos hijos pone en riesgo la vida de los demás”.
Oxodegradación y reciclaje
En cuanto al tipo de contenedores a los que tenemos acceso, el Quim. Guerra indicó que el Tetrapak es un producto que tiene cartón, polietileno y aluminio, permite la conservación de alimentos que garantiza que no haya transmisión de enfermedades biológicas y funciona como empaque para llegar a comunidades con una economía baja.
Sin embargo, señaló que el futuro de los residuos plásticos es la creación de procesos catalíticos dentro de las moléculas de los polímeros para lograr la oxodegradación, que con la presencia de oxígeno se quiebran con la acción ultravioleta del sol y generan microplásticos. Esta tecnología permite el aumento de velocidad de desintegración a través de varias etapas.
Explicó que los polímeros naturales (aquellos que se encuentran en la naturaleza, como el caucho, los polisacáridos, el almidón, el glucógeno y las proteínas) no exceden los 20,000 dalton. El polietileno de las bolsas de plástico tiene 150,000 dalton. Los plásticos son buenos para promover el crecimiento de microbios ya que ayudan en la degradación, la tecnología B2W permite que se desarrolle la cadena polimérica de manera estable y que se incorporen de manera sana al medio ambiente. La tendencia debe ser orientada al reciclaje porque el plástico no se debe verter en los océanos, si no utilizarlo como energía, esta situación es alarmante porque China, Indonesia, Brasil y México se caracterizan por el manejo inadecuado de los plásticos.
Durante su intervención, el especialista recomendó:
Promover la educación ambiental – Es importante que desde la niñez se brinde una educación ambiental orientada al cuidado del consumo moderado y cultura del reciclaje.
Informarse sobre cómo contribuir al medio ambiente – Siempre se pueden generar cambios positivos empezando por nuestro entorno. Si te interesa conocer más, el especialista recomendó leer Los límites al crecimiento de Donella Meadows
Reciclar y colocar la basura en su lugar.
Guerra Garduño es licenciado en Química por la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, cuenta con una Maestría en Desarrollo Sustentable por Atlantic International University y un Profesorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford, tiene una amplia experiencia de más de 20 años en el campo de la química y la ingeniería química, aplicadas a la investigación y aplicación a la protección del medio ambiente.
