Ciudad de México, 2 de diciembre de 2022.-
El conocimiento forma parte de un patrimonio colectivo internacional que sólo puede crecer y servir a la sociedad, a través de la diplomacia: William Lee Alardín.
Martha Delgado Peralta recalcó que la Cátedra surge como un espacio interdisciplinario de investigación.
La Cátedra UNESCO de Diplomacia y Patrimonio de la Ciencia, pionera en México y el mundo al conjugar ambos ámbitos, fue instalada en el Instituto de Biología (IB) de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En la ceremonia, William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, recalcó que las colecciones que están bajo el resguardo de esta casa de estudios y los servicios que brinda, son múltiples.
Ejemplo de ello son las colecciones biológicas a cargo del IB, el Servicio Sismológico Nacional, la Biblioteca Nacional y la estrecha relación que mantiene con los institutos nacionales de salud. Todo ello constituye un patrimonio de conocimiento, científico, cultural, social y técnico, que es objeto de estudio de una iniciativa como esta, explicó.
Pero, prosiguió, no sólo se trata de la creación de conocimiento mediante la investigación, sino de su transmisión a las nuevas generaciones a través de la docencia, la enseñanza y la difusión de la cultura a la sociedad. Esos son los tres pilares de la función y misión de la Universidad de la nación.
Lo anterior se constituye en un patrimonio que deber insertarse en una comunidad que lo puede aprovechar; además, forma parte de una riqueza colectiva internacional que sólo puede crecer y servir a la sociedad a través de la diplomacia. Esta Cátedra es un paso en esa dirección, que permite poner todo ese conocimiento al servicio de la colaboración internacional y de México, expuso Lee Alardín.
En ese contexto se inserta el Memorandum of Understanding que suscribieron en la misma ceremonia las universidades Nacional Autónoma de México y Sharjah (UoS), de Emiratos Árabes Unidos.
Al hacer uso de la palabra, Martha Delgado Peralta, subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, puntualizó que esta Cátedra surge como un espacio interdisciplinario de investigación sobre la diplomacia desde y para la ciencia.
Así, en la UNAM se abren nuevas áreas de estudio: la Diplomacia de la ciencia en México y Latinoamérica; Ciencia para la paz y el desarrollo sostenible; y Patrimonio de la ciencia en México y el mundo. “Esta Cátedra seguramente aportará mucho al servicio exterior y a lo que hace nuestra Secretaría”.
A su vez, Hamid Al Naimiy, rector de la UoS, señaló: “hemos venido desde el otro lado del mundo para estrechar los lazos de colaboración con universidades de México. Recorriendo la UNAM, nos ha impresionado la calidad de la investigación científica y humanística, y la riqueza del acervo cultural que alberga, así como el panorama de la colaboración por venir, pero sobre todo su hospitalidad y generosidad”.
En nombre de la institución que encabeza, felicitó a México y a la Universidad Nacional por la instalación de la Cátedra UNESCO de Diplomacia Científica y Patrimonio. “Desde marzo de 2022, la UoS y la UNAM vienen trabajando de cerca para iniciar proyectos de colaboración bajo esa Cátedra, y ya hemos identificado dos importantes proyectos de cooperación”; uno de ellos es el desarrollo de un MOOC (curso en línea abierto y masivo) sobre diplomacia pública en ciencia y patrimonio.
Más adelante, Susana Magallón Puebla, directora del IB, calificó como una distinción y orgullo que la Cátedra quede albergada en el Pabellón Nacional de la Biodiversidad de la entidad que encabeza, cuyo propósito medular es la documentación y el estudio de la biota de México y del mundo, sus plantas, animales y hongos.
El Instituto ha estado indisolublemente ligado al patrimonio científico, pues su componente esencial son las colecciones biológicas decretadas como nacionales en 1929, entre ellas el Herbario Nacional. Por ello, la Cátedra queda instalada en esa entidad, detalló.
Ana María Cetto Kramis, titular de la Cátedra, refirió que este acto es el inicio de una nueva etapa del largo itinerario de un proyecto cuya semilla se sembró antes de la pandemia en el seno de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, gracias a los esfuerzos de su titular, Rosaura Ruiz Gutiérrez, presente en la ceremonia, y de la oficina de la UNESCO en México.
En momentos críticos de su desarrollo, relató, la iniciativa encontró un respaldo invaluable en la Universidad Nacional, plasmado hace algunos meses en la firma del acuerdo para su creación. Así, en su breve vida, la Cátedra ha tocado varias estaciones entre las que destacan la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, mediante cursos, seminarios y próximamente un diplomado; y el Programa Universitario de Estudios de la Ciudad, entre otras instituciones.
En la ceremonia también participaron Ezra Clark, director interino de la División de Política Científica de la UNESCO; y Ernesto Fernández Polcuch, director de la Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe.
En la Cátedra UNESCO de Diplomacia y Patrimonio de la Ciencia fungen como coordinador general el científico mexicano Parsifal Fidelio Islas Morales; y como coordinadora académica, Yudy Tibaduiza, científica colombiana.