Ciudad de México, 19 de agosto de 2022.-
Es un ejercicio del que debemos hacer uso cada vez con mayor frecuencia, dijo Carola García Calderón.
La transparencia se constituyó en un valor social, expuso Jacqueline Peschard Mariscal.
Al inaugurar el Foro “La ruta crítica para el rescate de la transparencia. Un trayecto de dos décadas”, la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Carola García Calderón, manifestó que la importancia de la transparencia radica en que permite robustecer la democracia moderna, tiene un efecto directo en lo que vive la ciudadanía, en su cotidianidad, en la mejor toma de decisiones, en exigir sus derechos y, por lo tanto, en mejorar su calidad de vida.
Durante su participación en la actividad académica conmemorativa por los 20 años de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, la también investigadora y docente universitaria enfatizó que aun cuando se registran avances trascendentes en la materia, también se constata que no es una práctica sostenida por la sociedad, además de las resistencias desde los grandes poderes.
En la Sala “Fernando Benítez” de esa entidad académica manifestó que la transparencia y el derecho a la información son un ejercicio constante del día a día, a la que tenemos que acostumbrarnos.
“La transparencia requeriría estar muy metida en nuestra vida cotidiana, ser parte de un ejercicio al que tendríamos que irnos habituando y del que debemos hacer uso cada vez con mayor frecuencia”, subrayó.
“Los institutos dedicados a la transparencia y al acceso a la información, como órganos autónomos, son quienes desempeñan una función importante en la defensa del derecho de la ciudadanía a estar informados; no obstante, recolectar el fruto de su labor implica retos compartidos tanto de actores políticos, medios de comunicación, ciudadanos e instituciones”, aclaró.
La académica universitaria apuntó que aun cuando falta camino por avanzar, debe considerarse que se trata de sociedades democráticas de mayor transparencia, escrutinio y mayor gozo de las garantías ciudadanas de solicitar y obtener esos datos.
A partir de 1976, recordó, se empezó a hablar sobre el acceso a esta, en el sentido del derecho a obtenerla y de los medios masivos de información. Fue hasta el 11 de junio de 2002 cuando se realizó un proceso de análisis legislativo y administrativo que derivó en la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, para que los ciudadanos la soliciten y obtengan respuesta, por ejemplo, en el manejo de los dineros, las cuentas públicas y todo aquello que se considera un bien público.
Al hacer uso de la palabra, la coordinadora del Seminario Universitario de Transparencia de la UNAM, Jacqueline Peschard Mariscal, manifestó que la transparencia se ha constituido en un valor social “pero también lo que necesitamos es saber qué tanto la transparencia se ha convertido en una parte del quehacer cotidiano, de una parte de la cultura que guía las acciones de los servidores públicos, sobre todo”.
Las leyes en la materia nos permiten saber y conocer qué hacen en los gobiernos y, sobre todo, en qué gastan los recursos, razón por la cual es referente claro cuando se propone una reforma legal o se elabora una política pública.